¿Se han alegrado alguna vez por el vertiginoso desarrollo de la tecnología en el sector audiovisual? Antes de hacerlo yo en su lugar me preguntaría cuánto de bueno tiene que no ofrezcan una imagen tan perfecta y acabada.
¿Qué podemos agregarle nosotros si ellos ya nos lo dan todo? ¿Qué sucede con el desarrollo de nuestras capacidades imaginativas, nuestra inspiración?
Con esta reflexión les estoy dando la bienvenida a una nueva temporada en mi canal. Estreno un nuevo diseño, estilo, formato y hasta editor, cámara y micrófono. Yo espero que les resulte útil y ameno el contenido. Déjenmelo saber con un like y un comentario.
De pequeños escuchaba en la radio las aventuras de Julio Verne y otros clásicos dela literatura. En las noches, sin electricidad, me sentaba junto a mi familia a escuchar las historias que se contaban. Todo esto contribuyó de manera importante en el desarrollo de mi imaginación.
Hoy, cuando las tecnologías se desarrollan de manera vertiginosa y los productos audiovisuales que consumimos nos lo dan todo, ¿qué espacio nos queda para la imaginación?
No propongo hacer un retroceso tecnológico ni nada por el estilo, sino que produzcamos los mismos de tal forma que dejemos a los niños (o adultos) un margen para que sean ellos, con ayuda de su imaginación, los que completan la imagen que se les ofrece.
Considero que esto es un elemento de suma importancia a la que debemos prestarle mucha atención. Cultivar el ejercicio de imaginar es igualmente proporcional al desarrollo de nuestras habilidades cognitivas, de alta relevancia para cualquier actividad que desarrollemos en nuestras vidas.
Los invito a reflexionar sobre estas cuestiones y sería feliz si compartieran conmigo sus experiencias. Si desean escuchar más sobre este tema sigan el enlace al video.
Andrey Viarens
