Lemuria y Mu: ¿CONTINENTES PERDIDOS? Origen e Historia

Una antigua leyenda de la India nos revela el verdadero origen de la humanidad. Según varios textos sagrados hindúes, hace miles de años existió un continente llamado Kumari Kandam, que abarcaba casi todo el océano Índico actual.

Hace más de 30 mil años, en este lugar se desarrolló una civilización de “dioses” o “criaturas avanzadas” capaces de vivir muchos años y cuya fuente de poder provenía del mundo espiritual.

Pero pese a todo el esplendor alcanzado por esta cultura, su pueblo no pudo librarse de los grandes terremotos y cataclismos que la fueron hundiendo poco a poco, haciendo que sus sobrevivientes emigraran a otras regiones del planeta.

Miles de años después, en el siglo XIX, científicos británicos que estudiaban la zona, comenzaría a sospechar de la existencia de un continente sumergido. Uno de ellos, poco después, lo llamaría Lemuria.

¿Sabías que además de la Atlántida, hay teorías acerca de la existencia de otros continentes perdidos? Hoy quiero hablarte de dos de ellos: Lemuria y Mu, muchas veces tomados como el mismo lugar, pero que en realidad son continentes distintos.

¿Habías escuchado sobre ellos? ¿De dónde surgieron estas leyendas? ¿Qué han descubierto los investigadores?

En este documental te hablaré de las fascinantes historias que se cuentan sobre estos misteriosos continentes e iremos tras pistas que nos llevan a todo lo que de real ocultan estos mitos.

Diferencia entre Lemuria y Mu

Me gustaría empezar este documental explicando una confusión que encontré en casi todos los materiales del internet que revisé cuando me preparaba para este video.

Y es que en casi todos los sitios donde se habla sobre Lemuria o Mu, se les toma como sinónimos de una misma cosa, incluso, se usan de manera errónea mapas del todo distintos, donde se muestra el continente, lo mismo en el océano Pacífico como en el Índico, etc.

Pues bien, conviene despejar las dudas desde ahora, antes de que pase a hablarte de cada uno en profundidad. Lemuria es un mítico continente perdido que se ubicó en el océano Índico y llegó a unir lo que hoy sería la India, Madagascar y Australia.

Mu, por su parte, sería otro continente perdido, localizado en el océano Pacífico. Ni son la misma cosa, ni vale la pena confundirlos, porque sus historias son distintas. Ahora, ¿de dónde surgieron sus leyendas? ¿Acaso no estaremos en presencia de una burda copia de la historia de la Atlántida?

Lemuria

El primero en hablar sobre Lemuria fue el zoólogo británico Philip Sclater en el año 1864, al publicar su libro «Los mamíferos de Madagascar» como explicación a los hallazgos de fósiles de lémures en Madagascar y la India, dos lugares muy distantes y aislados entre sí. Mientras que en África o Medio Oriente (en principio más cercanos), no contaban con estos mamíferos.

Por tanto, a este investigador, le pareció lógico que tanto Madagascar como la India formaran parte, en algún momento remoto de la historia de nuestro planeta, de una tierra común, a la que él llamó Lemuria, en honor a los primates.

En aquel momento, la comunidad científica aceptó la hipótesis, y de hecho, científicos como el darwinista alemán Ernest Haeckel se apresuraron a decir que este continente era el origen de la humanidad, cosa esta que en aquel entonces tampoco era conocida.

Claro, Sclater no comenzó su trabajo de la nada. Ya en 1850, el geólogo inglés William Blanford encontró grandes semejanzas entre las rocas de la India y el sur de África. Años más tarde comenzarían los hallazgos de restos fósiles de las mismas especies en estos dos lugares, pese a los 5000 km de distancia que los separan.

Vale señalar que este fenómeno no es exclusivo de esta región geográfica. Son muchas las partes del planeta, distantes entre sí, que comparten similares o hasta idénticas flora y fauna. Por ejemplo los marsupiales en Australia y América del Sur.

El motivo de este fenómeno sería explicado años más tarde con la Teoría de la Tectónica de placas, la cual fundamenta que la superficie de nuestro planeta no es más que un conjunto de grandes bloques continentales que flotan sobre un viscoso mar de lava que las hace moverse lentamente.

Esta sería una foto de nuestro planeta hace 200 millones de años.

Esta otra de unos 100 millones de años y esta otra de unos 70 millones de años.

Si te fijas bien, lo que hoy llamamos África e India, estuvieron muy juntos en épocas cuando mamíferos como los lémures (hace 60 millones de años) ya estaban dando saltos por ahí.

Este argumento ofrecido por la Tectónica de Placas fue aceptado de inmediato por la comunidad científica, la cual, desde entonces, ha sido capaz de ofrecer cada vez más pruebas que la respaldan. No ocurriendo lo mismo con la hipótesis de Sclater, la cual se redujo a una mera especulación.

Esto, sin embargo, no fue el fin para Lemuria, todo lo contrario. Otros autores se apropiaron del concepto y han estado popularizándola desde entonces.

Este es el caso de la célebre ocultista Helena Blavatsky, quien por aquella época fundaba la teosofía, una especie de religión con fines universalistas.

En su libro “La clave de la teosofía” ella afirma que del mismo modo que la ciencia no crea las leyes que rigen la naturaleza sino que las descubre, la teosofía es la realidad, y los seres humanos van aprendiendo progresivamente porciones del conocimiento de esta realidad. Y que todas las religiones surgieron a partir de una enseñanza o tronco común, que ha quedado oculta bajo el velo de las doctrinas que se fueron elaborando con el correr de los siglos siguientes, llevando muchas veces a contradecir la enseñanza original.

Así, Blavatsky tomó a Lemuria como ese lugar donde residió el tronco común de su doctrina, hogar de los primeros humanos y origen de una sabiduría ya perdida. Por su parte, el antropólogo y teosofista William Scott-Elliot, influenciado por Blavatsky, elaboró aún más la visión de este continente perdido, colocándola en el Pacífico y describiendo a los lemunarios como seres de más de 4 metros de altura con características peculiares. Tal vez de aquí provenga la actual confusión de muchos al identificar a Mu con Lemuria. ¿Te ocurría lo mismo a ti? Cuéntame en los comentarios tu experiencia con otras fuentes de información.

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