Toda la historia sobre la Atlántida

El primer congreso científico sobre la Atlántida tuvo lugar en el año 2005 en la legendaria isla griega de Milos, cuando un grupo de expertos se reunió para recapitular las hipótesis existentes sobre esta leyenda. Como resultado, lograron consensuar por primera vez en la historia una lista de 24 criterios que deben cumplirse para determinar la ubicación de la isla perdida.

¿Cuán útil fue este congreso para avanzar en las investigaciones sobre la Atlántida?

¿Qué novedades se han tenido desde entonces?

¿Son suficientes estos 24 criterios para dar por hecho su existencia?

En este documental te invito a que investiguemos las pruebas más fiables que nos ayuden a comprender este misterio.

Mira el documental en mi canal de YouTube

ORIGEN DE LA LEYENDA

Fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando el mito de la Atlántida cobró la popularidad que posee hasta el día de hoy. En el año 1869, el escritor Julio Verne publicó su célebre libro Veinte mil leguas de viaje submarino, en el que se narra un encuentro de los protagonistas con los restos sumergidos de la mítica civilización.  

En 1883, el congresista estadounidense Ignatius Donnelly publicó “Atlántida: el mundo antediluviano”, donde resalta las semejanzas entre las culturas egipcia y mesoamericana, llegando a concluir que ambas tuvieron un origen común.

Desde entonces son muchos los trabajos que han visto la luz sobre este tema, dando pie a expediciones arqueológicas y hasta filmes y series de ficción.

En fecha tan temprana como 1673, el cronista español José Pellicer de Ossau identifica la Atlántida con la península ibérica, asociando a los atlantes con los misteriosos tartesios, primeros habitantes de esta región sobre los que se tiene noticia.

(GRÁFICO DE LINEA DEL TIEMPO)

Durante el Renacimiento, cuando volvió a retomarse el estudio de los clásicos, esta vieja leyenda inspiró, en buena medida, los viajes de Colón por el nuevo mundo a finales del siglo 15. Fue en las tierras aztecas donde los conquistadores españoles encontraron en la lengua náhuatl, la raíz –atl (agua) que asociaron de inmediato con la Atlántida.

Pero, ¿cuál es en definitiva la fuente originaria de esta leyenda?

La primera y tal vez única fuente con que contamos es Platón, el célebre filósofo griego quien habló sobre la Atlántida en varias de sus obras hacia el 360 a.n.e.

La primera de ellas es “Timeo” un diálogo entre varios filósofos, algunos de ellos ficticios, en el que se hablan distintos temas, como por ejemplo la creación del mundo.

El pasaje sobre la Atlántida aparece pronto en el diálogo, de boca de Critias, un sofista que vivió entre el 460 y 403 a.n.e. Es importante destacar que Critias, como todos los sofistas, presenta sus ideas con exageraciones y adornos para captar la atención del oyente y transmitir tan solo la esencia de esas ideas.

Sin embargo, Critias empieza su historia enfatizando en que es cierta y que Solón, el estadista y poeta griego que vivió en torno al 640 a 560 a.n.e., da fe de ella. Critias reconoce que su historia «es muy extraña, pero aun así, todo lo que cuenta es verdad».

(GRÁFICO PASO DE LA LEYENDA DE UNO A OTRO)

Dice que Solón se la contó a su amigo Dropides, el tatarabuelo de Critias, y que ha ido pasando de generación en generación. Solón, nos cuenta, oyó la historia en sus viajes a Egipto, específicamente de eruditos sacerdotales en Sais.

A Critias le gustaría contar la historia en este diálogo porque representa una de las más grandes victorias de Atenas al vencer al imperio atlantes, pero que, por desgracia, se ha perdido con el tiempo debido a su antigüedad, según los propios los sacerdotes egipcios, unos 9000 años antes de Platón.

O sea, si cotejamos las fechas con el calendario moderno, estamos hablando de un suceso que tuvo lugar aproximadamente en el 9300 a.n.e. Según los estudios actuales, en esa época:

– Sobre el 9600 a.n.e. termina el periodo frío conocido como Joven Dryas y grandes zonas con hielos eternos vuelven a ser habitables.

– Esto da paso al Holoceno, donde el deshielo de los glaciares provoca una elevación del nivel del mar en el que alcanza su nivel actual.

– La Tierra está afectada por una serie de cambios climáticos radicales que han hecho importantes efectos sobre las comunidades humanas. Las temperaturas se elevan y permiten a la flora y a la fauna ocupar territorios hasta entonces inhóspitos.

– Los desiertos, que ocupaban más de la mitad de las superficies entre los trópicos, retroceden porque el agua liberada por los glaciares ocasiona lluvias abundantes.

– Así comienza de la revolución neolítica, pues las condiciones de vida resultan más llevaderas y los recursos de alimento son más abundantes y más variadas, lo que favorece poblaciones más numerosas, más agrupadas y más fácilmente sedentarias.

Pero pese a esta evidente coincidencia entre las fechas ofrecidas por Platón y los estudios más recientes, a los historiadores y arqueólogos actuales, les resulta difícil pensar que para el 9600 ya existieran civilizaciones tan desarrolladas, mucho menos la egipcia y griega, pues según se sabe hasta hoy, el primer reino egipcio del que se tiene noticia data del 3100 a.n.e., cuando se produce la unificación de las tribus del Nilo. Grecia, por su parte, tiene entre sus más antiguas civilizaciones a la minoica y la micénica, entre el 2700 y el 1100 a.n.e. respectivamente.

Entonces, ¿Cómo es posible que se enfrentaran los griegos a los atlantes en una gran guerra por la defensa de Atenas, una ciudad que ni siquiera existía entonces?

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