Quién se podría imaginar que en un lugar tan hostil y lúgubre como Mordor hubiera algo digno de interés, y mucho menos como para dedicarles tantos minutos en la gran pantalla. Sin embargo, al ver la recreación del director Peter Jackson en sus películas, vemos en todo su esplendor a los dominios de Sauron. Y a pesar de que todo lo que se nos muestra luce muerto y calcinado, se logra atrapar la atención de la audiencia con mucho interés.
Y a pesar de que Mordor es mucho más que tierra de orcos y el volcán del Monte del Destino, los cineastas se ven obligados a reducirlo justamente a eso. Entonces, para el televidente inexperto, Mordor se convierte simplemente en una tierra del mal, donde viven los malos y es el mayor obstáculo del protagonista en su camino del héroe.
Sin embargo, quienes hemos leído los libros y conocemos mejor la historia vemos tras esa tierra de sombras toda una leyenda que merece ser bien contada.
En este video quiero compartir contigo algos datos y reflexiones sobre este intrigante país de la tierra Media.
1. Las Montañas de Mordor
Mordor está casi completamente rodeado de montañas, cosa esta que se convierte en la razón principal para complicar el viaje de la comunidad del anillo a esta región del mundo creado por Tolkien.
Si nos fijamos bien en el mapa vemos las cordilleras que lo rodean por el norte, el oeste y el sur, delimitando muy bien sus fronteras. Se dice que así lo dispuso Melkor, siendo él mismo un obsesionado con cercar y delimitar sus posesiones. Desde su surgimiento, esta región fue destinada a cumplir sus planes futuros, como una especie de antesala en su conquista del mundo.
Pienso que al crear una cordillera de este tipo se tuvo en cuenta la experiencia del sitio a Angband durante la Guerra de la Cólera, pues dicha fortaleza no contaba con un lugar propicio para que las tropas del Señor Oscuro pudieran retirarse, de modo que al estar cerca de la derrota, no tenían donde guarecerse para recuperarse.
2. El Orodruin se activa con la presencia de Sauron
Como segunda curiosidad les traigo al propio volcán. Este no sobrepasaba los mil quinientos metros de altura y se alzaba en solitario dominando la enorme y estéril meseta de Gorgoroth, en la parte norte de Mordor.
Esta montaña fue llamada monte del Destino por los hombres de Gondor (Amon Amarth en élfico), cuando sus fuegos despertaron tras el retorno de Sauron, luego de la anegación de Númenor. Desde entonces veían constantemente la oscuridad y las sombras causadas por sus constantes emisiones de ceniza y gases tóxicos, como la peste que vino de él en la Tercera Edad y arrasó con la población de Calenardhon e Ithilien.
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