Reseña Episodio 4 de Los Anillos de Poder

El destino resultó ser más que un mero sueño. Las advertencias de los dioses se hicieron realidad. Así, en un día cualquiera, en el que con amor se le da la bienvenida a los recién nacidos, las olas del mar se levantaron implacables sobre la isla, para destruirla con la fuerza de un cataclismo que la hundiría bajo el mar para siempre.

Sin embargo, esta vez, todo no fue más que una pesadilla. ¿Otra advertencia de los dioses?

El capítulo 4 de la serie Los Anillos de Poder ha sido el más denso de todos los vistos. Con un ritmo pausado nos trajo un gran volumen de información y nos dejó muchas incógnitas acerca de lo que podrá suceder en episodios futuros.

Si bien el capítulo anterior ya aterrizaba la mayoría de las tramas que nos acompañarán durante la temporada, y tal vez toda la serie, pues este capítulo tuvo la tarea de consolidar esos conflictos y problematizarlos aún más.

Personajes que antes me habían parecido débiles, ahora se van dibujando mucho mejor. Por otra parte, nos siguen impactando las imágenes y el exquisito gusto por el vestuario y las decoraciones.

Una vez más, esta serie se sigue haciendo valiosa justamente en los detalles. A lo largo del video te explicaré el porqué y te diré mi opinión más personal acerca de lo visto.

La presencia de Galadriel y Halbrand sigue siendo motivo de malestar para muchos ciudadanos de Númenor. Tal y como se nos cuenta en los libros, la desconfianza y el odio hacia los elfos son sentimientos arraigados en la sociedad desde hace siglos.

A sabiendas de esto, vamos viendo a un sutil y hasta ahora escurridizo canciller Pharazón, moverse entre las masas con una increíble capacidad para convencerlos y ponerlos de su parte. Este personaje, por muy secundario que lo veamos ahora, jugará un papel crucial en el futuro de la isla.

A su lado, y por primera vez, vemos a su hijo Kemen. Este es un personaje creado por la serie y sobre quien no podemos anticipar absolutamente nada, lo cual, por supuesto, eleva la intriga en la trama.

De momento, solo me gustaría destacar su naciente relación con Earien, la hija de Elendil, otro personaje creado para la serie. ¿Serán estos los Romeo y Julieta del programa? ¿Los hijos enamorados de familias enemigas? Ya estoy ansioso por descubrir cómo se desarrollará esta historia y qué peso tendrá en la trama principal.

Luego de sus descubrimientos en el capítulo anterior, Galadriel acude una vez más ante la reina regente Míriel. Para la elfa Noldor ya es evidente que Sauron reúne fuerzas en las tierras del sur (específicamente en el lugar que luego conoceremos como Mordor) y le pide asistencia a la monarca para librar a sus hermanos humanos de este creciente mal.

Sin embargo, como ya hemos explicado antes, pese a que Míriel pudiera creerle, e incluso estuviera de su parte, para ella sería poner mucho en juego. Una sociedad contraria a los elfos no se lanzaría a una guerra porque una de ellos lo pidiera.

No obstante, Galadriel no está dispuesta a ceder, y al ver que Míriel no la ayuda, la amenaza con ir a ver a su padre, Tar Palantir, el verdadero soberano de Númenor.

Esto, naturalmente, es motivo suficiente para que la encierren.

Yo sigo un tanto perdido con la caracterización del personaje de Galadriel. Si bien parecen querer mostrarla con el orgullo que le es propio, las escenas donde esto se debería materializar, se exceden en esta representación, al punto que de momentos me parece demasiado caprichosa, imprudente y poco inteligente.

Estamos claros que esta Galadriel no es la señora asentada de la Tercera Edad, pero es que aquí, por más joven que sea, sigue teniendo miles de años. ¿Cómo se explica entonces que el humano Halbrand termine siempre dándole los mejores consejos?

Eso nos llevaría a pensar que es la forma en que los guionistas quieren destacar la personalidad de este misterioso hombre de las tierras del sur. Ya al final del capítulo anterior vimos que sería rey de esta región, y esta perspicacia y destreza política con que salva a Galadriel en varias ocasiones no es otra cosa que un argumento para aquellos que piensan que él es Sauron. Solo en ese caso, tal vez, todo esto tendría sentido.

Un personaje que sí promete mucho en su caracterización y desenvolvimiento en la historia es Isildur, uno de los hijos varones de Elendil. Esta versión joven, insegura y perdida de este personaje sí va cumpliendo con un relato convincente, muy bien acompañado, además de la actuación de Maxim Baldry.

Estos dos amigos suyos, sin embargo, no me convencen mucho, y mucho menos en la forma tan pobre con que actúan. Así como pobre fue la escena donde Isildur comete un error a propósito para que lo desaprueben en el examen. Las formas y los argumentos no fueron para nada convincentes.

De estas escenas en el mar, lo único interesante es esa voz que el joven marinero parece escuchar. ¿Será que desde ahora están sentando las bases para justificar sus acciones en la futura guerra de la Última Alianza? ¿O será la forma que tiene la serie de suplir la ausencia de su abuelo Amandil? Recordemos que en los libros, es este quien le narra la profecía sobre el Nimloth, el árbol blanco de Númenor. El nieto se conmuevo tanto que logra robar varios frutos antes de que lo quemen. En mi canal tengo un video completo sobre este personaje.

Y ahora quiero hablarles del momento más impactante e inesperado de la serie. El final del capítulo anterior nos abrió la interrogante de Adar, el supuesto jefe al frente de los orcos. En este episodio lo logramos ver.

Aquí déjenme decirles que me llevé una grata sorpresa. Este supuesto villano nada tiene que ver con el típico estereotipo del vil canalla que dirige las fuerzas del mal. En este capítulo lo vimos llorar por la muerte de un orco. ¿Se imaginan? ¡Por la muerte de un orco!

Estas criaturas, para alegría mía, al fin son tratadas como seres vivientes y no como máquinas de matar. Al fin conocemos algunas de sus costumbres y formas de proceder en momentos tan importantes como lo son la muerte.

Estas escenas transmitieron un realismo y una ternura que no podíamos sospechar. De modo que este personaje, en pocos minutos se alzó ante nosotros con una trama que promete mucho. Al mismo tiempo nos dejó con preguntas muy importantes que van a influir considerablemente en la trama:

¿Por qué los orcos le llaman padre? ¿Por qué Adar siente afecto por ellos? ¿Adar es Sauron? De no serlo, ¿estaría a sus órdenes o no? ¿Es Adar verdaderamente el villano o un espía de los elfos para destruir los planes de Sauron?

Si les soy sincero, estas escenas me dejaron más que satisfecho y con ellas me bastaron para darle a este episodio el primer lugar entre los ahora vistos.

Otras escenas que causaron gran impresión fue la ida del joven Theo a su aldea en busca de comida. De una forma muy sencilla y con un buen gusto en la puesta en escena y la coreografía, la entrada del chico a la taberna es un momento de terror que te pone los pelos de punta.

Y en medio de la tensión, confirmamos al fin que lo que tanto buscan los orcos es esa espada maldita que el chico lleva a cuestas. ¿Caerá al lado oscuro este hijo de Bronwin? ¿Se convertirá en un nazgul de grande? Lo cierto es que los orcos están dispuestos a hacer lo que sea por conseguir esa espada.

Bueno, no tanto así. El sol sigue siendo esa barrera que les impide desplazarse sin grandes dificultadas.

Otros momentos de la serie que me llamaron mucho la atención fueron las escenas en Eregion. Vemos en un estado muy avanzado la construcción de la torre de Celebrimbor, donde eventualmente haría su forja. Yo pensé que esto ocurriría un poco más adelante, como resultado de las negociaciones con los enanos.

Sin embargo, vemos que eso no ocupará más tiempo en la serie, sino que fue un mero preámbulo a un conflicto mayor.

Este diálogo de Celebrimbor con Elrond me hizo sospechar que el primero está usando al segundo y que todavía no le ha dicho sus verdaderas intensiones. ¿Qué piensas tú?

Claro, las escenas en que Elrond descubre, gracias a su super oído élfico, que Disa y Durin lo engañan y al final el príncipe enano le confiesa haber descubierto el mithril, nos muestran de forma convincente que el elfo no sabía nada de este descubrimiento.

Sus ojos, ante todo, se nos muestran deslumbrados por las propiedades del maravilloso mineral. Yo diría incluso que asoma un brillo de avaricia y celo que le resulta difícil discimular.

Pero yo me vuelvo a preguntar, ¿de verdad Celebrimbor no sabía nada de esto? ¿Por qué mandó a llamar justamente a Elrond para que lo ayudara en su proyecto? Es evidente que sabía de su buena relación con Durin, por lo que tengo grandes sospechas de las intrigas que ya teje este maestro herrero.

Al mismo tiempo, el rey Durin III sí que no se deja engañar. Este viejo monarca, como hueso duro de roer, ni siquiera se molesta con su hijo por haber cavado en las minas sin su consentimiento. Él está enfocado en algo más importante.

Es por eso que zanja rápidamente el problema con su hijo y le dice que acepte la invitación de Elrond para ir a Lindon. Quiere que su hijo escuche lo que tiene que decir Gil-galad, el alto rey de los elfos.

Con una facilidad propia de su estirpe, Galadriel logra hacer prisioneros a sus cautivadores y se escapa de las mazmorras donde la retenían. Ella, como era de esperar, acude a la torre, donde reside Tar Palantir.

Para su sorpresa, descubre que este está muy enfermo, cosa que Míriel mantiene en secreto por el peligro que esto implicaría para la estabilidad política de su reino. La reina regente, ante la súplica de la elfa, se sincera y la lleva hasta la palatir.

Según nos cuentan, esta es una de las siete que existen y posee el poder especial de ver el futuro, cosa esta que según sabemos por los libros, no es posible. Estas piedras regaladas por los elfos servían esencialmente para comunicarse.

Aquí Galadriel ve el destino cruel al que puede ser sometido Númenor y ello solo es un argumento más para pedirle a la reina que la apoye en su cruzada contra Sauron. Sin embargo, una vez más, Míriel se ve obligada a decirle que no. Es muy arriesgado para ella hacer un movimiento de ese tipo. No puede permitirse las revueltas que hace años atrás hicieron deponer el cetro a su padre.

Y cuando ya todos la veían partir en el puerto, como el cierra de un conflicto que nadie deseaba, las hojas del Nimloth comenzaron a caer.

Quiero decirles que este es uno de los momentos más impactantes del capítulo. A sabiendas de lo que implica este hecho, vemos a una Míriel aterrorizada, pues la profecía se va haciendo realidad. Elendil y ella se miran a los ojos y ambos saben que los valar les advierten que han dejado ir la oportunidad de su salvación.

Entonces, en una carrera desesperada, la reina recapacita y trae a Galadriel de vuelta.

Ahora, ante todo su reino, les dice que ella misma irá al combate, una solución inteligente para no dejar esta campaña como una orden de aquellos elfos que tanto odian, sino como una voluntad que la propia reina está dispuesta a cumplir.

Amigos, como hemos visto, son muchos los momentos narrados en este capítulo y absolutamente todos tienen un peso considerable para los futuros acontecimientos. Númenor queda de momento como la trama estrella, cosa esta que era de esperar, tratándose de la Segunda Edad.

Ya los personajes se han abierto completamente ante nosotros y vemos a toda carrera el devenir de los acontecimientos.

Si bien la serie no es fiel al canon en buena parte de su contenido, sí me siento complacido con esta versión de la historia de Tolkien. En los diálogos se siente el verbo del profesor y en las imágenes y la música me siento en la Tierra Media.

A veces quisiera que la trama fuera a mayor velocidad, pero no olvidemos que es una serie y no una película. Además, no es la velocidad lo que caracteriza los libros de Tolkien, sino la elegancia en las historias épicas que nos cuenta.

Este no es un programa de acción al estilo de Juego de Tronos, aquí el lenguaje debe ser más pausado y dedicado a los momentos hermosos.

Yo me siento complacido y espero que los siguientes capítulos sigan conmoviéndome como ha hecho este. Si quieres saber más sobre este episodio, puedes ver el directo de casi dos horas que hice el viernes. En él te hablo sobre interesantes detalles que en este video he omitido.

¿Te ha gustado el capítulo? ¿Te sientes más atrapado por la sierie? No dejes de escribirme en los comentarios, suscribirte si no lo has hecho y dejarme un like si te gustó.

Andrey Viarens

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