Adverbios y frases adverbiales (avanzado)

Hay un grupo de palabras cuya función primaria es la de adyacente circunstancial: son los adverbios. Pero este papel pueden desempeñarlo también segmentos diferentes y más complejos Con frecuencia, estos pueden ser sustituidos por adverbios (aunque a veces con pérdida de detalles en la información). Existen, pues, estructuras muy variadas como adyacentes circunstanciales:

1.° Ciertos sustantivos sin ningún índice funcional. En El maestro regresa el lunes, el sustantivo con artículo el lunes (que sería sujeto explícito en Pronto llega el lunes) podría sustituirse por un adverbio (Regresa pronto, Regresa mañana, Regresa entonces).

2.° Otros sustantivos cumplen la función circunstancial con una preposición: Lo tiene en casa, ¿Vas de paseo?, Llegó a las doce, Cantaba con entusiasmo, Estudia por obligación, No sale de noche, Se desvela por la noche, etc. Hay que incluir las locuciones adverbiales de preposición y sustantivo unificadas por la ortografía (anoche, abajo, despacio, encima, etc.). También pueden representarse por adverbios (Lo tiene allí, Llegó entonces, Cantaba así, etc.).

3.° Adjetivos inmovilizados en género y número: Los campesinos trabajan duro, Entrad primero vosotros, Llegaron justo al salir el tren, Respira hondo, Habla claro. Otras veces el adjetivo adopta una preposición: Estaban a oscuras, Discuten en serio, Lo recita de corrido, o se adverbializa con -mente: Se ríe constantemente, Subió rápidamente.

4.° Grupos de sustantivo y adjetivo con referencia temporal: Esta semana ha llovido mucho, Estuvieron en París el año pasado, Se inaugura el próximo otoño, La primera vez estuvo cohibido. Ocurren también estructuras más complejas unitarias: Esta última semana ha llovido, Iremos a Londres el año que viene, La primera vez que lo visitó estuvo cohibido.

5.° Otros grupos análogos provistos de preposición: Desistió del proyecto a las primeras de cambio, Dejaron el coche a la entrada principal, Había preparado la comida con especial esmero.

6.° Grupos unitarios con derivados verbales (infinitivo, gerundio y participio): Encontré a tu hermano al salir de casa, Tenía agujetas de tanto subir las escaleras, Al ponerse el sol brillaban los cristales; Proponiéndolo tú, todos aceptarán; En llegando a casa, dile que me llame; Cumplido el encargo, se marchó; Iniciada la sesión, hubo que interrumpirla.

7.° Algunos circunstanciales de referencia locativa y temporal están constituidos por un adverbio precedido de un sustantivo (que a su vez puede llevar adyacentes): Calle arriba, Mar adentro, Boca abajo, Patas arriba, Carretera adelante, Kilómetros atrás; Dos siglos después, Cuatro años antes, Varias horas más tarde, etc.

8.° Oraciones transpuestas: Cuando llegaba a casa, se ponía de mal humor; Se pondrá muy contento con que vengan a visitarlo; Siempre estaba donde no hacía falta, etc.

Circunstanciales no sustituibles por adverbios

Aunque en general los adyacentes circunstanciales pueden ser sustituidos por adverbios, ocurren casos en que ello no es posible, porque la lengua carece de unidades adverbiales cuyo contenido se refiera a las nociones de compañía, causa, instrumento, fin, condición, etc. En consecuencia, cuando se eluden los circunstanciales de los ejemplos siguientes, han de representarse con recursos análogos a los que se han visto empleados con el objeto preposicional, esto es, una unidad pronominal tónica precedida de la oportuna preposición:

Fue al pueblo con sus amigos – (Fue allí con ellos).

Perdimos el hilo por lo larga que fue la conferencia – (Por eso). Parte el pan en rebanadas con el cuchillo – (Pártelo así con el). Habrá premios para los mejores – (Para ellos).

No fue previsto por el arquitecto – (Por él).

Circunstanciales y modificadores oracionales

Los circunstanciales internos, que por lo común denotan el modo que en la realidad adopta la noción léxica del verbo, aparecen a veces como modificadores del contenido global de la oración. En oraciones como las dos siguientes:

Los chicos han terminado felizmente sus exámenes.

Los chicos han terminado sus exámenes felizmente,

el adyacente circunstancial felizmente afecta directamente al núcleo verbal y podría sustituirse por otros con contenido semejante (Han terminado con éxito).) En cambio, en estos otros ejemplos:

Felizmente, los chicos han terminado sus exámenes. Los chicos, felizmente, han terminado sus exámenes. Los chicos han terminado, felizmente, sus exámenes. Los chicos han terminado sus exámenes, felizmente,

aunque ofrecen el mismo adverbio felizmente, se encuentra otra estructura. Ese adverbio, situado variablemente en la secuencia, pero siempre aislado por las pausas que indican las comas, no incide sobre el núcleo verbal, sino que afecta a todo el conjunto de la oración. Sus posibles equivalentes de sentido serían: Por dicha los chicos han terminado sus exámenes, Es una felicidad que los chicos hayan terminado sus exámenes. La noción del adverbio se atribuye, pues, al hecho de la terminación de los exámenes, pero no, como en el ejemplo de arriba, al modo de esa terminación. La relación de estos circunstanciales (sean adverbios o sean sus equivalente más complejos) se establece con todo el resto de la oración, funcionando a la manera de los atributos que se verán después, y podrían llamarse adyacentes o modificadores oracionales.

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