La historia de Isildur

Todavía recuerdo la primera vez que vi esta imagen. Entonces lo odié. No me podía creer que por el egoísmo de un solo hombre tantos otros morirían después. Así fue como llegó hasta mí Isildur, un nombre lejano en medio de una historia tan cargada de emociones y aventuras. Tiempo después, cuando pude leer con detalle los libros de Tolkien y entender mucho mejor la naturaleza de sus relatos y personajes, comprendí que no era tan simple como lo había pensado años atrás.

Y ahora, cuando la serie de Amazon nos agita el fantasma de su presencia, creo que es oportuno desempolvar lo que se sabe sobre este gran guerrero de la Tierra Media, de modo que, si lo vemos en acción durante Los Anillos de Poder, sepamos mucho más sobre su historia.

Isildur nació en el puerto de Rómenna, en la costa este de la isla de Númenor en el año 3209 de la Segunda Edad, siendo 10 años mayor que su hermano Anárion. Su padre era Elendil y su abuelo era Amandil, Señor de Andúnië y, por ello, descendiente de los Reyes de Númenor a través de Silmariën, hija del cuarto rey de Númenor, Tar-Elendil.

Por esa época, los Numenoreanos se habían convertido en una raza de hombres sedienta de poder y se habían alejado de los elfos y el culto a Eru Iluvatar.

Esto, naturalmente, fue un proceso que tomó muchos siglos. Los gobernantes de la isla llevaron a su pueblo por un camino de hostilidad y ambición hacia los valar y su inmortalidad. 

La única excepción fue un pequeño grupo de Numenoreanos que sí mantuvieron la amistad con los Elfos y la fidelidad hacia Iluvatar y a los Valar. Ellos eran los Fieles, entre los cuales se contaban los Señores de Andúnië.

32 años antes del nacimiento de Isildur, uno de los fieles Númenóreanos, Tar-Palantir asciende al trono de Númenor. Tengamos en cuenta que Isildur nace en una familia de gran prestigio entre los Fieles.

El reinado de Tar-Palantir dura hasta el 3255, cuando Isildur se encuentra en su plena juventud, con solo 46 años, sí escucharon bien, 46 años de edad.

Tras la muerte de Tar-Palantir, el reino se hunde en el caos. El trono es usurpado por Ar-Pharazon, líder de la facción de los Hombres del Rey (opuestos a los valar), quien toma a la legítima reina, su prima Tar-Miriel, como esposa.

En el año 3262 de la Segunda Edad, Ar-Pharazôn, el nuevo Rey de Númenor, captura a Sauron y lo lleva a Númenor. El Señor Oscuro se había dejado capturar para traer la desgracia a la isla y usó el deseo de inmortalidad de los numenoreanos para convencerlos de adorar a Morgoth.

Ese mismo año, Sauron corrompería al Rey y se convertiría en su principal asesor.

Poco tiempo después, Isildur se entera a través de su abuelo Amandil que el Rey, por consejo de Sauron, había ordenado talar el sagrado Árbol Blanco de Nimloth, traído de las Tierras Imperecederas.

Entonces, Isildur se disfraza y se dirige a Armenelo, donde quedan las cortes del rey. Corriendo un gran riesgo para su vida, se infiltra en los jardines del palacio y roba uno de los frutos del árbol.

Los guardias, sin embargo, advierten su presencia y luchan contra él. Al final, Isildur logra escapar, habiendo sufrido muchas heridas.

Al regresar con su familia, planta el fruto en secreto en su hogar de Andúnië y este recibe la bendición de Amandil.

El joven queda muy débil a causa de las heridas, estando al borde de la muerte. Solo al abrirse el primer retoño del Nimloth es que se despierta y se recupera de su dolor.

Al tiempo que Sauron y Ar-Pharazon llevaban a Númenor por la senda de la oscuridad, Isildur iluminó a su familia con el nacimiento de su primer hijo, Elendur, en el año 3299.

Una década después, Ar-Pharazon, al sentir que la muerte se le venía encima, ordena la preparación de una gran flota para hacerle la guerra a los Valar. Sauron le había envenenado la mente al hacerle creer que podría tomar la inmortalidad por la fuerza.

Advertidos de las consecuencias que esto traería, la familia de Elendil y los fieles preparan su propia flota de barcos para huir de Númenor. Ellos llenaron sus barcos de muchas posesiones valiosas, entre ellas las Palantíri.

Elendil comanda cuatro barcos, Anarion comanda dos e Isildur comanda tres, donde transporta al joven Árbol Blanco descendiente de Nimloth.

El abuelo de Isildur, Amandil, esperaba conseguir la salvación de los Fieles rogando a los Valar, por lo que navegó hacia el Oeste, rumbo a Valinor. Lo que ocurrió permanece en el misterio. Jamás nadie volvió a saber de él.

Según la vida del rey Ar-Pharazôn tocaba a su fin debido a la edad, las mentiras de Sauron finalmente calaron en él y, en el año 3319 SE, partió con una gran flota rumbo a las Tierras Imperecederas para tomarlas por la fuerza. Pero en cuanto sus pies tocaron la orilla, Ilúvatar abrió los Mares y escondió Valinor. La flota se hundió y Númenor fue destruida por un gran maremoto.

Durante la tormenta asociada con la inmersión de Númenor, los barcos de Elendil y los de sus hijos se pierden de vista. Mientras los primeros llegan a los muelles del norte, en las costas de Lindon, Isildur y Anárion tocan tierra en Pelargir, en una costa anteriormente colonizada por los númenóreanos.

Elendil viajaría por el río Lhun y establecería el reino de Arnor, mientras que los dos hermanos subieron por el Anduin y fundaron conjuntamente Osgiliath como la capital de su nuevo reino, Gondor. A ambos lados de esta ciudad, Isildur fundó la ciudad de Minas Ithil y Anárion la de Minas Anor (la futura Minas Tirith).

Vida en la Tierra Media

A partir del año 3320, Isildur y Anarion gobernarían conjuntamente el reino de Gondor. A pesar de haber establecido sus residencias en lugares distintos, ambos colocarían sus tronos el uno al lado del otro en la capital de Gondor, Osgiliath, «la ciudadela de las estrellas».

Juntos, serían proclamados Reyes de Gondor bajo su padre Elendil, el Gran Rey de Arnor. Con este, Isildur y Anarion colocan las siete Palantiri, las piedras que les permitirían ver los lugares estratégicos de sus reinos. Estas piedras, creadas en la antigüedad por Fëanor, permiten a los reyes comunicarse entre sí y contemplar sus tierras.

En el tiempo de paz que sigue, Isildur y su esposa tienen dos hijos más: Aratan (3339) y Ciryon (3379). Lamentablemente, esta paz no sería tan larga como hubieran deseado.

Sauron, cuyo cuerpo había sido destruido en la caída de Númenor, regresaría en forma de espíritu a Mordor, y recuperaría su forma física. Desde entonces comenzó a preparar su venganza contra los sobrevivientes de Númenor, a quieres odiaba enormemente.

En el año 3429, el Señor Oscuro asalta Minas Ithil y logra tomarla y quemar el Árbol Blanco de Gondor. Afortunadamente, una vez más, Isildur logra rescatar una plántula del árbol antes de escapar con su esposa e hijos.

Luego navega por el río Anduin y después se dirige al norte, llevándole noticias a su padre y al rey elfo Gil-galad. En tanto, su hermano Anarion mantenía la resistencia frente a Sauron en Minas Anor.

En el 3430, Elendil y Gil-galad se encuentran en Amon Sul y forman la Última Alianza de Elfos y Hombres. A su vez, Isildur convoca a los Hombres de las Montañas para cumplir su juramento, pero no lo hicieron, porque habían adorado a Sauron en los Años Oscuros.

Entonces huyeron ante la ira de Isildur y no se atrevieron a salir a la guerra. Los hombres se esconden en las montañas, donde se convertirían en los Hombres Muertos de Dunharrow.

Este mismo año, nace el cuarto hijo de Isildur, Valandil, cuando su familia ya se encontraba a salvo en el refugio de Rivendel.

Al año siguiente, Elendil y Gil-galad marchan con sus fuerzas combinadas para encontrarse con Elrond e Isildur. Después de tres años de planificación de batallas y forja de armas, La Última Alianza parte de Imladris hacia la guerra.

Junto a los elfos del Bosque Verde y Lorien, así como a los enanos de Khazad-dum, la Alianza viaja hacia el sur, donde derrotan a las fuerzas de Sauron en la Batalla de Dagorlad.

Isildur va con el ejército a las tierras de Mordor, poniendo sitio a la torre oscura de Barad-dur.

El asedio duraría siete largos años. En el año seis, su hermano Anarion fue asesinado por una piedra lanzada desde la torre oscura.

En el 3441, Sauron, en un último intento por repeler a sus atacantes, sale de Barad-dur, y logra el retroceso de la alianza, empujándola hasta las laderas del Monte del Destino.

Isildur estuvo presente en el combate cuando Sauron mató a Elendil y a Gil-Galad. En ese momento, él se hizo con la espada quebrada de su padre, Narsil, y logró cortarle el dedo donde Sauron llevaba el Anillo Único. Así fue vencido el Señor Oscuro, al perder su poder, mas no fue destruido del todo.

Isildur se hizo con el Anillo y lo guardó como reliquia y recuerdo de su padre, hermano, y todos los caídos en la guerra, desoyendo de este modo las advertencias de Elrond y Círdan, quienes le recomendaron destruirlo en las llamas del Monte del Destino.

Al regresar a Gondor, Isildur asume el trono de Arnor y se convierte en líder de los Dúnedain de la Tierra Media. Toma posesión de Elendilmir, la gema blanca en forma de estrella colocada sobre Mithril, conocida como la Estrella del Norte.

Por el período de un año, permanece en el reino de los hombres del sur y planta la semilla del Árbol Blanco en Minas Anor en memoria de su hermano caído. Allí, los Árboles Blancos de Gondor permanecerían incluso después de los días de Aragorn Elessar.

Durante su estancia en Gondor, pone las cosas en orden en su tierra y comienza a enseñar a su sobrino, el hijo de Anarion, Meneldil, a gobernar el reino.

Con su sobrino y una pequeña compañía, Isildur cabalga por las tierras de Gondor y llega a Anorien. Allí, crearon una tumba y un monumento para Elendil en una colina que se conocería como Amon Anwar – «Colina del temor».

Es durante su tiempo en la tumba de Elendil que Isildur documenta en un pergamino cómo llegó a poseer el Anillo Único y transcribe la escritura que aparece en el anillo cuando está caliente. Es este mismo pergamino el que Gandalf el Gris leería en Minas Tirith aproximadamente 3000 años después.

Finalmente, el 5 de septiembre, en el año 2 de la Tercera Edad, Isildur entrega el gobierno de Gondor a Meneldil y viaja al norte hacia Rivendel en busca de su esposa y su hijo menor.

El rey Isildur, sus tres hijos mayores y una guardia de 200 soldados viajan a lo largo del río Anduin en su camino hacia el norte. Allí son emboscados por un grupo de 2000 orcos de las Montañas Nubladas.

Atrapado, Isildur envía a su escudero Ohtar a huir con los fragmentos de Narsil.

En el ataque, los hijos de Isildur son asesinados hasta que solo queda Elendur, el mayor. Ante la insistencia de este, Isildur cola el anillo en su dedo y se vuelve invisible, aunque Elendilmir continúa brillando en su frente, resplandeciendo como una estrella roja.

Isildur cubre la gema con su capucha y, con el corazón muy angustiado, huye de la batalla y llega por fin a las orillas del Anduin en la oscuridad de la noche. Allí se despojó de su armadura para poder nadar mejor y se zambulló. Pero mientras nadaba, el Anillo se le deslizó de su dedo perdiéndose en las profundidades del río, los Orcos lo vieron y lo mataron a flechazos.

Su cuerpo nunca se halló, excepto, quizá, mil años más tarde por los agentes de Saruman, ya que después de la Guerra del Anillo el Rey Elessar (su descendiente) encontró en Orthanc la Elendilmir y el estuche dorado en el que Isildur guardaba el Anillo.

Con Isildur y tres de sus hijos asesinados, el reinado pasaría a Valandil, quien se convertiría en el tercer rey de Arnor y los elfos de Rivendel le darían una nueva Elendilmir. La línea de Isildur continuaría ininterrumpida hasta Aragorn, quien llevaría la espada reforjada Anduril, el segundo Elendilmir y el Anillo de Barahir.

En el sur, los Reyes de Gondor vendrían de la línea de Anarion. Si bien el reino perseveraría en tiempos oscuros, la línea de sus reyes llegaría a su fin.

El yelmo usado por Isildur en la Batalla de Dagorlad sirvió como corona para los reyes de Gondor hasta la época de Atanatar II, quien lo reemplazó por un yelmo enjoyado. En el año 1340 T. E., el rey de Gondor Rómendacil II construyó los Argonath para marcar la frontera norte de Gondor en el Anduin. Los dos enormes pilares de piedra a ambos lados del río representaban a Isildur y Anárion armados con hachas y listos para defender eternamente a sus reinos.

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